Un niño que tiene como juguete preferido una tablet NO interactúa con otros niños: se vuelve muy individualista y carece de iniciativa a la hora de inventar juegos o proponer otras formas de jugar.
Dan al "on" y ya la maquinita va marcando el ritmo.
El desarrollo de la empatía se paraliza (lo de empatizar con una maquinita es algo así como complicado) y el aprendizaje de cuestiones tan sencillas como la asunción de responsabilidades se torna algo complicado cuando lo peor que puede pasarnos es que se encienda un "game over" en la pantalla.
Leer más