el coaching psicológico promueve cambios en las personas desde un enfoque integral, aunando las teorías de la motivación con otros factores individuales de cada persona
Leer másPRIMAVERA DE AMOR Y ALERGIAS
Preparados, listos…¡YA! cojamos los pañuelos, gafas de sol para los ojos como tomates y a disfrutar de la Primavera.
La Primavera es una estación del año preciosa (es bonita, alérgicos: no torzáis el gesto). La Naturaleza se expresa y todo se llena del color de las flores y para los que tengáis la suerte de poder ir a sitios con mucho campo, nacen terneros, potrillos. Es el milagro de la vida.
Y nuestro cuerpo lo sabe. No hibernamos porque no nos dejan, pero es cierto que en esta época el estado de ánimo mejora (excepto los que sufren de astenia primaveral, que si encima son alérgicos, mejor que no lean, que se deben estar acordando de mis antepasados).
Es la época de disfrutar del sol. Y no hay que olvidar que la luz solar también libera endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad debido a su influencia sobre el estado de ánimo, al tratarse también de un analgésico natural, aumentando el deseo sexual y reduciendo los estados depresivos.
¡Han cantado deseo sexual! ¿tocamos el tema?. Vamos a explicar un poco cómo afecta la primavera a esas cosas del amor: Algunos estudios encuentran relación con la fertilidad estacional de los animales, algo que también valdría para el caso de los humanos. La Universidad de Oxford publicó un estudio de la ‘La estacionalidad en la reproducción humana’ en que que señalaba que señala “en los países del norte, en regiones donde existe un fuerte contraste en la luminosidad, la tasa de concepción disminuye durante los meses oscuros de invierno, mientras que se ha observado un pico en la tasa de concepción durante el verano”. Y ya sabemos… los días crecen en Primavera.
La mayor exposición al sol supone mayor cantidad de Vitamina D, que ayuda a los huesos y refuerza el sistema inmunitario, además de intervenir en la síntesis de la serotonina (hormona de la felicidad). Por otra parte la Vitamina D ayuda a generar testosterona, esa hormona que mejora la calidad de los espermatozoides en los hombres. En las mujeres una disminución de Vitamina D supone disminución de la libido, la excitación y la lubricación (A VITAMINARSE SE HA DICHO).
Pero no acaba aquí la cosa de los días largos y luminosos (y gratis). El aumento de la Vitamina D, al favorecer la secreción de endorfinas, consigue reducir los niveles de ansiedad y estrés, que son enemigos naturales del deseo sexual (aunque personalmente creo que las relaciones sexuales favorecen la reducción de los niveles de ansiedad per se). Tal vez estar de buen humor nos haga más receptivos en eso del intercambio de afectos.
La alimentación también varía en Primavera: no hace tanto frio y no necesitamos tanto aporte calórico ni las digestiones son tan pesadas. Además algunos productos estacionales se consideran afrodisiacos como fresas, cerezas, espárragos, alcachofas o la sandía.
LA QUÍMICA SEXUAL: A MÁS CALOR, MÁS FEROMONAS
Con la subida de temperaturas, nuestro cuerpo secreta más olores corporales (no asustarse, existe el agua y el jabón), pero hay sustancias químicas que genera el cuerpo y que son una llamada a nuestra parte más animal: las feromonas. El ser humano las percibe y no tienen nada que ver con perfumes o desodorantes, es el olor del amor (no pasa por nuestra nariz, llega directamente a los receptores necesarios para poner en marcha eso del deseo y la atracción sexual).
Y para poner la guinda al pastel de estar de buen humor, más receptivos, comiendo fresas como locos y secretando feromonas, el cambio de ropa, quitándonos las 20 capas de ropa y apareciendo con ropa más ligera, de colores más vivos y favorecedores, influye en el estado de ánimo y en nuestra imagen.
En definitiva, a pesar de que pensamos que podemos controlar todo, se nos olvida nuestra parte “animal”, la parte en que los rayos de luz son como el “efecto mariposa”, absorbiendo vitalidad, alterando nuestra química cerebral y dándonos un pequeño respiro entre los días cortos y el calor a veces insoportable del verano.
Espero que disfrutes de esta estación y que consigas los maravillosos efectos en tu estado de ánimo (y en otras cositas del querer) que nos proporciona la Primavera.
CICLO VITAL. UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN
Si nos centramos en las tres etapas centrales de la vida de una persona: juventud/edad adulta/madurez, podemos sacar una conclusión:
En la juventud LUCHAMOS POR AQUELLO QUE DESEAMOS
En la edad adulta DESCARTAMOS AQUELLO QUE NO QUEREMOS
En la madurez disfrutamos del balance entre lo conseguido y eliminado.
No vale de gran cosa mirar al pasado con nostalgia, sobre aquellos ideales de juventud que no logramos alcanzar. La juventud está llena de optimismo, y muchas veces la ilusión (tremendo don que jamás deberíamos perder) se alía con la fuerza para ponernos metas que no llegamos a alcanzar.
Ya en la madurez hemos trazado un camino, no inalterable, pero al menos sí en cierta manera previsible, es donde podemos decir que no a aquello que nos desagrada o nos hace sentir incómodos o infelices, es más un trabajo de "poda" de todo aquello que hemos conseguido en la juventud, desechando lo que realmente ya no nos interesa.
Pero la edad realmente dorada es aquella en la que hemos logrado el equilibrio, en el que las fuerzas en oposición se han equilibrado y podemos disfrutar de los sueños acumulados en nuestra vida sin llevar pesadas cargas de situaciones que no nos hacen realmente felices.
El Eclesiastés dice:
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
2 un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
3 un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
4 un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
5 un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
6 un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
7 un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
8 un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.
Vivamos la plenitud de cada momento, apreciemos el momento de sembrar, el momento de recoger y el momento de sentarnos al atardecer, sin más afán que ver el trigo meciéndose al sol.
BUSCAMOS LA FELICIDAD, PERO ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
Una constante en el ser humano es la búsqueda de la Felicidad, y muy pocos la logran.
¿Cual es el motivo por el que la gente no consigue ser feliz? Tal vez porque no han analizado qué es realmente la felicidad, y consideran que supone un estado emocional semejante a estar alegre, satisfecho, pleno, lleno de ilusiones y de energía, sano, sin problemas, con todo lo material resuelto y levantándose por las mañanas de un salto, como aquel señor “que se sentía Flex”. Esto, de modo perpetuo es una utopía que no se puede conseguir, por lo que si afinamos un poco el concepto de Felicidad, tal vez nos reconciliemos un poquito con lo que la vida nos ofrece.
Ser Feliz no es “estar bien”, es un pasito más, pero sin duda necesario. Estamos bien cuando no tenemos grandes problemas, y los que tenemos los podemos manejar sin que nos superen, tenemos a nuestro alrededor gente que nos aporta energía positiva y realizamos actividades que nos gustan. Este estado en un fluir positivo en el que sin embargo tenemos todavía cuentas pendientes con nosotros mismos, objetivos o ilusiones que no conseguimos que se hagan realidad, pequeñas cosas que anhelamos y no han llegado todavía (estamos hablando de cosas cotidianas y habituales, abstenerse los viajadores a la Luna y algunos sectores del Atleti).
También nos definimos como felices cuando sucede algo puntual que nos embarga de una potente emoción, una descarga de endorfinas a chorro, que nos ilumina la cara y nos hace encontrarse flotando a tres metros sobre el suelo. Pueden ser momentos como cuando nace un hijo, una reunión familiar muy especial, el chico o la chica con la que tonteas te suelta un “te quiero”, tu boda, en la forma y modo en la que ésta se produzca, etc. Te sientes feliz (ojo, sentimiento, no eres feliz, es algo más puntual en el tiempo, en el que la focalización sobre aquello que nos está produciendo una enorme satisfacción difumina el resto de la vida con sus luces y sus sombras.
También te sientes feliz cuando te enamoras. Aquí es el estado más parecido a un trueque de endorfinas por neuronas, ya que la realidad se distorsiona, o desaparece para centrarnos en un sentimiento salvaje e irracional, con 24 horas de pensamientos hacia la persona amada. Se producen cambios psicológicos y también físicos (ojos, piel,, expresión facial, etc) pero tampoco esto es la felicidad como tal, porque nosotros buscamos algo más permanente, más el SOY que el ESTOY
Hay otros momentos de alegría que definimos como felicidad, aunque es alegría y quitarnos un peso de encima, como cuando algún familiar enfermo se cura o consigue un trabajo después de un paro de larga duración.
Así que vemos que hay muchos estados que definimos como lo que suponemos felicidad, pero es algo más puntual, no son un proyecto vital.
La felicidad tiene que ver con una reconciliación personal, parte de una aceptación que una vida sin problemas es una utopía. Ya que no podemos librarnos de los problemas, tal vez es una buena idea tener aquellos que no podemos evitar, porque anda que no nos gusta meternos en jardines….
El autoconocimiento: cuáles son mis elementos reales para tener una vida PLENA y aquí entra la FELICIDAD pueden ser muy variables, para algunos la fuente de la extrema felicidad es compartir tiempo con su pareja, para otros poder reconciliarse con la naturaleza mediante largos paseos, para otros leer, y para otros tener un contacto muy estrecho con su núcleo familiar. Cada persona es diferente, y su concepto de lo que le hace feliz, también.
Hemos quedado en que lo primero es reconocer lo que más nos llena, y es el objetivo que debemos perseguir, igualmente hemos quedado en que los problemas tienen que ser aceptados como un peaje, y tenemos que afrontarlos. Algunos problemas aparecen a lo largo de la vida y son brutales, y además no se pueden evitar. Eso no nos va a impedir ser felices, siempre y cuando podamos integrar el suceso traumático en nuestro vida como parte de ese peaje que tampoco nos puede dejar paralizados en el tiempo.
Los problemas se trabajan, y las insatisfacciones más.
El principal problema para no ser feliz es sentir iinsatisfacción: si anhelas lo que tiene otro, si no te conformas con lo que la genética te ha dado, si siempre piensas que podría haber algo mejor pero la ida es injusta contigo, resígnate a sufrir tu debilidad, renuncia definitivamente a ser feliz, porque estás dejando de lado tus objetivos personales para intentar copiar la felicidad de otros y los otros no son tu.
Según vayas conociéndote y sabiendo que es lo que te produce un bienestar personal, saboréalo. Al principio será una cosa, luego podrás ir a por otra, y luego más, de forma que la vida poco a poco vaya conformando el puzzle que en principio se componía de piezas que no sabías colocar o las metías a machete, y claro, la cosa no cuadraba mucho.
El estado de felicidad es simplemente un estado de fluir (flow) en el que encuentras que tu vida tiene un sentido, te gusta lo que haces y comprendes y aceptas que a veces hay que pagar peajes para continuar tu viaje personal. Es un estado en que los problemas son considerados parte de la vida, que a veces desequilibran y requieren todos nuestros recursos para solucionar, pero que no suelen ser eternos. Exceptuamos de este caso terribles y largas enfermedades en las que la felicidad sería una ausencia de dolor que muchas veces ni siquiera se consigue, pero eso sería un capítulo aparte.
Hasta los problemas deben ser analizados: al enemigo se le estudia para ver sus puntos flacos y por donde atacar, pues con los problemas hacemos lo mismo.
Felicidad para cada uno es una cosa. Para mi es sentarme en una roca en la playa y ver correr a mis perros. No es una situación eterna, Los perros algún día ya no estarán para correr ( o yo), pero en este instante, consigo que eso me produzca Paz, Bienestar, Ausencia de Problemas, dejarme simplemente llevar por los estímulos que me llegan y dejar que la risa se dibuje en mi cara, sola, sin que ni siquiera me de cuenta que estoy sonriendo. Sé que estoy feliz porque nada del mundo exterior me está haciendo perder la sensación de bienestar, nada en la cabeza me atormenta, estoy donde quiero estar, con quien quiero estar y haciendo justo lo que deseo estar.
Veo chicos haciendo surf y me da una envidia tremenda, claro, pero pasado el momento de análisis de que iba a parecer una orca varada y hasta me harían fotos, disfruto con la visión de cómo esperan las olas y experimento la emoción de ver cómo las surcan.
La Psicología Positiva se basa en eso precisamente, dejar fluir la vida acaparando aquellos elementos que a nivel personal nos producen una reconciliación con nuestras ilusiones, y aprendamos a redefinir lo que es malo, o simplemente aceptar la ocurrencia de sucesos negativos sin anclarnos, sin vivir sumidos en la sensación de fracaso interior.
Os deseo un dia feliz, y a los que andan soltanto las endorfinas a chorro, disfrutad del amor, seguramente pareceréis un poco tontitos, y estéis machacando miserablemente a vuestros conocidos contando las maravillas del amor, pero todo se os perdona, porque son momentos dulces que hay que vivirlos.
"SUEÑA, PEQUEÑA, SUEÑA".... DE LA MÚSICA Y LAS EMOCIONES
Hay muchas personas que ponen banda sonora a su vida, escuchan música según su estado emocional, y esto produce una retroalimentación: si estamos tristes y escuchamos música triste nos instauramos en esta emoción, si estamos animados, escuchamos música con más ritmo y aumentamos nuestra activación y aparecen emociones positivas.
La música a muchos les acompaña, como un eco de sus propios sentimientos.
Sin embargo siempre podemos realizar la operación inversa: experimentar emociones diferentes a través de la música, consiguiendo calmarnos, reflexionar o en ocasiones sentir una pizca de esperanza.
Con el avance tecnológico tenemos acceso a videos musicales, en ocasiones verdaderas obras de arte (y otras horteradas como la copa de un pino), pero en cualquier caso, la unión de una imagen y un sonido puede potenciar el efecto emocional que nos produce verlo.
Os invito a ver un vídeo. Es de un genio de la expresión de emociones, una persona capaz de mover sentimientos y conectar con cada una de las personas que les escucha (es un maestro de la teoría de la mente).
Por favor, mirad la expresión de las personas, todas muy diferentes, y sin embargo todas con la misma expresión en los ojos. El sentimiento aflora en este vídeo, mucho más allá de lo que dice. Es la expresión universal de una emoción: esperanza. Podéis ver lo que es la retroalimentación del espíritu, como cada persona hace suya la melodía, no veréis ni una pizca de maldad en esos rostros, no mientras suena esta canción.
Veréis parejas maduras, niños, chicos buenos y chicos malos, sonrisas, recogimiento, lágrimas, alegría...
La canción solamente nos invita a soñar. Espero que disfrutéis de la experiencia, y podáis sentir en vuestro interior esa caricia que se llama esperanza.