el coaching psicológico promueve cambios en las personas desde un enfoque integral, aunando las teorías de la motivación con otros factores individuales de cada persona
Leer másRESILENCIA: SE TIENE O SE ADQUIERE
Resiliencia es la capacidad de una persona para adaptarse a las situaciones adversas con un afrontamiento activo y una mentalidad positiva y luchadora.
Es una herramienta vital muy potente (como el turbo de enfrentarse a los problemas) y entronca directamente con el autoconcepto de la persona, su consideración de ser capaz de afrontar problemas y dificultades de la vida diaria, sin hundirse, sin esconder la cabeza como un avestruz, confiando en su fuerza vital para superar o aceptar las situaciones.
A los niños podemos enseñarles a aumentar su capacidad de resiliencia con mensajes positivos sobre su valía personal, animándoles a resolver problemas y elogiando su fuerza y valentía en el día a día.
De esta forma creamos "fajadores de batalla", que saben que los problemas tienen mayor importancia cuanto mayor es nuestro miedo y nuestra incapacidad para superarlos.
La personalidad de cada uno también tiene mucho que ver con la capacidad de resiliencia, de forma que en familias con varios hermanos, los pequeños, que suelen ser más independientes (a los que no se les esteriliza el chupete, sino que se sopla), aprenden a manejar las situaciones con un afrontamiento activo y confianza en sus propias posibilidades de superación.
Las personas no resilientes sufren ante cualquier avatar de la vida, todo les supera y suelen requerir ayuda externa para enfrentarse a las situaciones, sintiéndose que la vida les viene grande.
Son personas que se hacen pequeñas ante los problemas, normalmente con una baja autoestima.
Afortunadamente los esquemas cognitivos que llevan a la persona a esa situación de indefensión aprendida (inmovilidad ante las situaciones adversas, falta de capacidad de respuesta), se pueden modificar, enseñando a la persona, a través de problemas basados en su experiencia vital y la respuesta que han dado en cada momento, a buscar otras posibilidades de afrontamiento.
De esta forma se van dando cuenta que poseen esa capacidad, y que superar las dificultades produce una sensación de control y confianza que revierte de forma directa en su sensación de bienestar.
Si te consideras "un cobarde" ante la vida, reacciona, mira a tu alrededor y pregúntate qué necesitas para coger los toros por los cuernos, y si no sabes la respuesta, pide ayuda, pero la ayuda real: aprender a manejarse por uno mismo.
DOCE PALABRAS CLAVE PARA EL LIDERAZGO
¿Te han ascendido? ¿Tienes que liderar un grupo?
Lo primero es que no se te suba a la cabeza: mandar es fácil, que te respeten es algo que se tiene que ganar uno a pulso.
Si tienes inseguridad a la hora de liderar un grupo, tal vez necesites unas conversaciones para enfocar de una forma satisfactoria tu liderazgo. Nos basamos en el liderazgo positivo.
Para ser líder hay algunos conceptos clave que se pueden desarrollar:
EMPATIA: La empatía lleva a soluciones racionales y meditadas.
Esto no implica debilidad, especialmente si se demuestra seguridad, calma y una actitud confidente, de escucha activa.
Esto permite al “líder” evaluar la situación y tomar una decisión que cree el mejor resultado posible para la mayoría de las personas, valorando en sus decisiones el coste humano como factor importante para la obtención de resultados.
HUMOR : Trabajo, responsabilidades, plazos, exigencias...De acuerdo, son factores que no incitan precisamente a una sonrisa en la cara, pero trabajar en un entorno agradable, en el que las personas disfruten de un clima en el que de vez en cuando se de paso a la risa o a la sonrisa, tiene un efecto muy positivo sobre el rendimiento y el clima organizacional.
POR FAVOR: Dícese de aquella expresión comúnmente utilizada por los empleados, como políticamente correcta y previsible, pero no tan común entre los líderes. Contraria a la prepotencia, añadir un "por favor" a una petición involucra a las personas, las aproxima emocionalmente al objetivo haciendo más efectiva su respuesta.
GRACIAS: Decirlo es bueno, pero el significado y las consecuencias son mucho mejores
SI: Los líderes intentan dar sus respuestas pronunciando “sí” en más ocasiones que “no”. Lo hacen porque consideran que puede resultar más fácil para que se lleven a cabo sus peticiones y también porque promueve una actitud más optimista entre su staff.
PREGUNTA: Los líderes preguntan, se informan y toda opinión les resulta válida a priori. Saben perfectamente el valor de la información e intentan captar los matices de las situaciones preguntando a las personas que forman parte de su equipo, lo que les dota de eficaces herramientas para ampliar su propio punto de vista y dar soluciones más completas a los problemas.
ESCUCHA: Es más difícil que preguntar y no menos importante. Los grandes líderes se toman su tiempo escuchando.
APOYO Los líderes necesitan personas a su alrededor, sin ellos no se lograrían los objetivos. Ellos dirigen y ofrecen la mano, pero conocen la valía de las personas que trabajan con ellos como artífices del éxito final de cada proyecto, y conocen la importancia de motivarles a través de su apoyo, como forma de generar confianza e involucrar a las personas en el proyecto común.
CONFIANZA: Esta es la postura de la que parten los grandes líderes cuando establecen una relación con sus empleados. Cuando adopta una actitud desconfiada y suspicaz, estrangula la posibilidad de ganar la confianza de sus subordinados desperdiciando la posibilidad de crear un espíritu de equipo.
HUMILDAD: Nadie es perfecto. Nadie lo sabe todo. Aquellos líderes que se escudan en la arrogancia no llegarán a un liderazgo efectivo. La prepotencia es el gran enemigo de la admiración.
EJEMPLO: Los auténticos líderes pueden decir honestamente: “hazlo como lo hago yo” en vez de “hazlo como te lo digo yo” (pero no como lo hago). Ellos saben que el modelo que ellos exhiben tienen influencia sobre sus empleados.
PERDÓN: Palabra mágica que puede prevenir conflictos y disputas. Muchos jefes no la usan. Los grandes líderes la conocen, y la utilizan, ya que lejos de promover la sensación de incompetencia entre sus empleados, provoca el efecto de considerar al líder humano, flexible y con capacidad de rectificar.
AREAS DE INTERVENCIÓN DEL ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO
COACHING PARA EL CRECIMIENTO PERSONAL
El campo de la Psicología no se restringe a la ayuda de personas que tienen un problema personal importante o necesitan un tratamiento psicológico por un trastorno determinado.
Hay personas que buscan el apoyo y consejo más allá de su círculo de amistades (necesaria y conveniente para toda persona), porque quieren mejorar aspectos de su personalidad, sus relaciones con otras personas o su forma de enfrentarse a los problemas.
Estas personas buscan ayuda en un asesor psicológico (coach) que les va dando diferentes propuestas de actuación para que vayan abriendo las posibilidades de actuar.
No se trata de dirigir, se trata de aconsejar y de proponer vías alternativas que hacen más adecuado el funcionamiento de las personas. Este tipo de actuación se basa en la Psicología Positiva, rama de la psicología que tiene como pilares:
ÁREAS DE INTERVENCIÓN DEL COUNSELLING
El Counselling tiene un campo de actuación muy variado, centrado más en el ajuste personal que en una patología psicológica. Entre las áreas que aborda están:
Inoculación del estrés
Incremento de la energía personal
Motivación
Control de conductas adictivas
Dependencias (emocionales, laborales, personales)
Problemas de autoestima
Aceptación personal
Organización de la vida personal
Priorización de tareas
Aprendizaje de gestión de ocio
Habilidades sociales
Adaptación a cambios personales
Búsqueda de relaciones personales
Crisis existenciales
Tácticas asertivas
EL LENGUAJE CORPORAL EN LA ENTREVISTA DE TRABAJO
En la comunicación, tan importante es lo que se dice como lo que no se dice.
El entrevistador está "especializado" en leer entre líneas y permanentemente analiza la concordancia entre lo que decimos y nuestro lenguaje, además de ir recibiendo un input directo sobre determinados rasgos de nuestra personalidad y forma de manejarnos.
No estaría de más un pequeño entrenamiento, e incluso una filmación en casa para ir puliendo aquellos aspectos que pueden jugar en contra dentro de una entrevista. .
La forma de presentarnos: decir nuestro nombre de forma clara, acompañándolo de un apretón de manos firme, es la mejor carta de presentación.
La mirada: Bien dicen que los ojos son la ventana del alma. ¿No te ha pasado que cuando alguien está hablando contigo y te mira fijamente, irradian tanta seguridad que a veces intimidan?
Lo mismo pasa con el entrevistador. Si evades su mirada al tratar de responder, constantemente estás poniendo atención a otros detalles por los simples nervios inevitables, denotarás esa inquietud y tensión que estás experimentando.
La recomendación es tratar de controlar tus ojos, dejando entrever que eres una persona respetuosa, firme, segura, pero sobre todo, sincera.
Gesticulación de las manos: Uno de los aspectos más difícil de controlar. Es completamente normal que al encontrarnos hablando, apoyemos nuestras explicaciones con las manos, pero OJO, nunca debe ser excesivo.
El movimiento brusco y desmedido puede que llegue a distraer al reclutador, incluso llegando a causar cierto nerviosismo en él. Lo mejor es mantenerlas equilibradas a nuestra conversación, de manera que sirvan como apoyo y de énfasis a nuestras palabras.
Evita estar tocando constantemente a la otra persona, recuerda que hay personas que les molesta, por lo que tus movimientos deben ser sutiles y medidos. ¡Ah! Y nunca tener las manos dentro de los bolsillos o cruzados de brazos, denota indiferencia, prepotencia y poca educación.
Postura Corporal: La forma en que te sientas habla mucho de tus sentimientos en ese momento, por ejemplo, si te apoyas demasiado atrás puede que el reclutador lo perciba como una falta de interés; ahora que si lo haces muy adelante, demuestras nerviosismo e intranquilidad.
Debes adquirir una postura donde te sientas cómodo, repartiendo equitativamente el peso de tu cuerpo para evitar el cansancio durante la entrevista. No olvides que si te mueves constantemente, estarás expresando a gritos aburrimiento o desinterés, es como decir: "tengo prisa por irme."
Regala una sonrisa: ¿Tendrán razón cuando aseguran que una sonrisa dice más que mil palabras? ¡Efectivamente! Además de que expresarás que eres una persona agradable y amigable, puede ser un excelente canal de comunicación. En este punto también debemos evitar la exageración, ya que si lo haces frecuentemente puede convertirse en una especie de mueca, dando la impresión de que es vacía o fingida.
CLASIFICACIÓN DE NUESTRAS FORTALEZAS (CLASIFICACIÓN VIA)
Diversos autores especializados en Psicología Positiva, han realizado una clasificación de los rasgos positivos del ser humano, que se organizan en seis categorías (Clasificación VIA)
La categoría Sabiduría y conocimiento está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Creatividad: pensar en formas nuevas y productivas de hacer las cosas.
Curiosidad: poner interés en todas las experiencias que están teniendo lugar.
Apertura de mente: pensar en las cosas con profundidad y desde una variedad de ángulos.
Amor al aprendizaje: buscar el desarrollo de nuevas destrezas, temas y conocimientos.
Perspectiva: tener la capacidad de proporcionar sabios consejos a otras personas.
La categoría Coraje la componen los siguientes rasgos positivos:
Integridad y autenticidad: decir la verdad y mostrarse uno mismo de forma genuina.
Valor y valentía: no acobardarse ante las amenazas, los desafíos, las dificultades y el dolor.
Perseverancia y laboriosidad: terminar siempre lo que se empieza.
Vitalidad, pasión y entusiasmo: afrontar la vida con determinación y energía.
La categoría Humanidad está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Bondad: favorecer y ayudar a los demás.
Amor: mostrar afecto positivo en las relaciones íntimas con las otras personas.
Inteligencia social: ser consciente de los sentimientos de los demás y de los propios.
La categoría Justicia la componen los siguientes rasgos positivos:
Justicia e imparcialidad: tratar a todos de la misma manera, con equidad y ética.
Liderazgo: organizar y facilitar las actividades de grupo.
Trabajo en equipo, lealtad: trabajar bien como miembro de un grupo o un equipo.
La categoría Templanza la componen los siguientes rasgos positivos:
Perdón y clemencia: saber perdonar a las personas que nos han dañado.
Humildad y modestia: no vanagloriarse, dejar que los propios logros hablen por sí mismos.
Prudencia y discreción: evitar decir cosas de la que luego uno se puede arrepentir. -
Autocontrol: regular y saber gestionar lo que se siente y se hace.
La categoría Trascendencia está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Apreciación de la belleza y la excelencia: saber percibir y apreciar la belleza y el buen hacer en todos los ámbitos de la vida.
Gratitud: ser consciente y agradecido de las cosas buenas que le suceden a uno.
Esperanza y optimismo: esperar lo mejor en la vida y esforzarse para que suceda.
Humor: encontrarse a gusto con el sentido del humor, las risas y las bromas; saber generar sonrisas en los demás.
Espiritualidad y religiosidad: tener creencias coherentes sobre un propósito más elevado y un sentido en la vida.
¿POR QUÉ PONER UN PSICÓLOGO "COACH" EN TU VIDA?
La sociedad actual nos impone unas exigencias personales que a veces nos sobrepasan porque no sabemos priorizar, no tenemos confianza en nuestras propias fuerzas o carecemos de herramientas personales para hacer frente a las necesidades.
En este punto el asesoramiento psicológico personal puede resultar muy beneficioso para una persona, sirviéndole para descubrir sus potencialidades, animándole a enfrentarse a nuevos retos o enseñándole estrategias para poder hacer frente a las exigencias del medio.
Ser asesorado no significa no ser capaz. Significa tener la ambición personal para intentar tener una vida plena y poder ir superando las dificultades con la ayuda externa que supone el consejo, de forma objetiva de una persona que conoce nuestras potencialidades y carencias.
Debemos desterrar el mito de que el asesoramiento personal supone una debilidad, una falta de capacidad personal. Hoy en día empleamos todos los medios a nuestro alcance para lograr una vida más sencilla y plena: ¿alguien utiliza un coche sin dirección asistida? ¿es menos fuerte o menos hábil en la conducción por utilizar un avance a su alcance?
Afortunadamente disponer de un núcleo afectivo de apoyo puede suponer una fuente de ayuda para la superación de los problemas, pero existen ocasiones en las que no nos atrevemos a expresar nuestras preocupaciones a nuestros allegados por miedo a preocuparles o a que vean un problema de debilidad.
Por otra parte, ese núcleo de ayuda afectiva no es plenamente objetivo, y en ocasiones pueden sobrestimar nuestras capacidades o no saber la forma de potenciar determinadas características de nuestra personalidad que desconocen, o simplemente no conocen las herramientas psicológicas provenientes de la psicología de la motivación necesarias para hacernos avanzar.
Por ello, la ayuda de un asesor personal puede suponer la relación perfecta para lograr avanzar de forma guiada, sin dejar de tener nosotros mismos la dirección de nuestra vida, pero sí recibir los inputs necesarios para emprender con confianza los retos a los que nos enfrentamos diariamente
EGOÍSMO BUENO Y EGOÍSMO MALO
El concepto de "egoísmo" nos ofrece un dilema moral: por una parte desde niños nos enseñan el concepto de "compartir" en contraposición al "egoísmo", que se considera algo malo.
Ciertamente el proceso de socialización implica compartir y colaborar para prosperar en la vida, y entre las "aguas del recibir" y las "aguas del dar" se encuentra este concepto, que nos trae a todos un poco de cabeza.
Tenemos que diferenciar entre el egoísmo emocional y el egoísmo social.
Ser "egoísta emocionalmente" (no sale en wikipedia, me lo he inventado yo para hacerme entender), supondría ser conscientes de nuestras propias necesidades individuales y anteponerlas a las necesidades de los demás, siempre que no se invada a nadie ni a nada. Procurarnos un bienestar psicológico antepuesto al de los demás (amigos, familia, pareja), puede sonar "egoísta", pero es humano y sano y nos proporciona un equilibrio emocional.
Si estamos bien, podemos dar, si estamos mal, no tendremos nada que dar.
De esta manera el término no debe asustarnos ni suponer un juicio moral en el que pensamos que somos malos porque pensamos antes en nosotros mismos que en los demás.
Si conseguimos equilibrar la balanza entre lo que nos produce bienestar y lo que les hace feliz a los demás, estaremos más preparados para dar, simplemente porque tendremos más bueno que dar.
De esta forma parar las demandas del medio, saber decir no ante las presiones que no deseamos, buscar aquello que nos complace y nos hace felices, es un ejercicio de egoísmo sano y beneficioso.
La maternidad, por poner un ejemplo, podría considerarse un acto de entrega de primera magnitud, y no, no lo es: la maternidad (biológica o vía adopción) supone un ejercicio de egoísmo emocional, ya que no tenemos niños para hacer felices a los niños, sino para saciar un anhelo, un deseo personal, y por ello, jamás debemos decir a un hijo "deberías estar agradecido por lo que yo he hecho", sino: "tengo que darte las gracias por toda la felicidad que me has hecho sentir".
Diferenciemos entre comernos el mejor filete de la fuente y procurar nuestra propia felicidad, y seamos egoístas, lo más egoístas que podamos para poder ayudar a los demás.
Que tengas un día, francamente egoísta!
LA RELACIÓN CON PERSONAS TÓXICAS Y EL SENTIMIENTO DE CULPA
La relación con una persona tóxica puede generar problemas psicológicos en las personas cercanas, sin que lleguen a relacionarlo directamente. En muchas ocasiones presentan problemas de ansiedad, depresión, sentimientos de culpa y baja autoestima sin poder analizar la causa concreta: se ahonda un poco y en muchas ocasiones aparece una persona que está generando muchos problemas al paciente.
El tópico siempre es la relación sentimental tóxica, pero la toxicidad puede provenir de un padre o madre, de un amigo, de un compañero de trabajo...
Entre las personas que acuden con problemas de este tipo, es bastante frecuente la relación tóxica con la madre: suelen ser hombres/mujeres ya emancipados y que sin embargo están sometidos a un "bombardeo" constante demandando atención, cuidados, atención, y siempre a cambio de la célebre frase: "con todo lo que he hecho por ti y así me lo pagas"
Con ello el hijo/hija se siente culpable, mala persona y sufre constantemente una presión que le desestabiliza provocando una sensación de ansiedad, sentimientos de culpa y una lucha interna entre su deseo de distanciarse y la "obligación moral" de atender las demandas de su progenitor. Curiosamente en muchos casos esta relación se establece entre una hija y su madre, que presenta un historial de depresión crónica de muchos años de duración y un marido completamente anulado por la situación.
No es que el progenitor tóxico sea una mala persona, simplemente cree realmente que puede exprimir a su hijo/a sin mostrar empatía ni comprensión. La presión a la que someten a sus hijos suponen una forma de aliviar sus problemas, un desahogo que produce la toxicidad en la relación.
¿Y qué puede hacer el hijo? se debate entre la obligación y el estrés emocional permanente. Es el momento de replantearse hasta qué punto se puede soportar esta situación: si te está enfermando...aléjate. No de forma hostil, pero sí sutil, reeducando y reconduciendo una situación insana. Un hijo no es el terapeuta de un padre, y alimentar su toxicidad sólo produce un incremento en las demandas hasta que se produce el derrumbe.
Si estás entre estas personas que se sienten permanentemente presionadas y sometidas a un chantaje emocional: replantéate la situación: las relaciones paterno-filiales se tienen que basar en el amor y la comprensión mutua, pero si sientes que tu vida está anulada, tal vez sea el momento de plantearse que "ser egoísta", cuidando el propio equilibrio emocional es la mejor manera de poder ayudar a los demás.
QUEDA OFICIALMENTE INAUGURADO EL PERIODO DE "OBJETIVOS PARA NO CUMPLIR"
Seamos realistas: ponemos el arbolito, empezamos las compras navideñas como posesos, comemos y bebemos como si no hubiera un mañana... y nos hacemos los propósitos para el próximo año.
Parece que tan sólo con formular nuestros objetivos para cambiar definitivamente nuestra vida, fueran ya una potencial solución.
Obviamente es una época dorada para gimnasios, fabricantes de parches de nicotina, la sección de productos "light" de cualquier hipermercado, vendedores de colecciones y, como no, las academias para aprender chino mandarín.
No aprendemos, año tras año nos marcamos objetivos que caducan más o menos a la velocidad de una bandeja de pollo, y seguimos insistiendo, casi con la misma fe como en conseguir "El Gordo" de Navidad.
Parece que mi opinión es muy negativa sobre "los propósitos de año nuevo", y realmente no es así, tan sólo me parece que requiere un par de ajustes: utilizar un poco la experiencia, el sentido común y manejar la visión realista de las cosas.
Si nos marcamos objetivos demasiado ambiciosos, probablemente nuestro subconsciente maneja la posibilidad de fallar: es obvio: "no pude hacerlo porque era imposible" es mejor que "no pude hacerlo porque si no lo hago en octubre, a saber por qué iba a hacerlo más de 10 días en enero".
Además del gasto económico que puede suponer la compra de la hidratante que te vas a echar cuatro días, la cuota del gimnasio (o el entrenador personal, que una meta en una meta), el fracaso periódico en nuestras metas produce un PERJUICIO PARA NUESTRA MOTIVACIÓN: el hecho de haber fallado en aquello que nos hemos propuesto es la excusa perfecta para justificar nuestra falta de impulso en pequeños objetivos: "para qué voy a cuidarme la alimentación si este año dije que bajaba 4 Kgs. y he cogido 7".
Sin embargo, el hecho de formular estos propósitos de año nuevo, nos permite saber exactamente cuáles son las parcelas de nuestra vida que nos tienen más insatisfechos: nuestra imagen personal, nuestro cuidado de la salud, el tiempo dedicado al ocio o a la familia, nuestro deseo de aprender cosas nuevas que siempre se quedan como un deseo no realizado...
Necesitamos unir los dos conceptos: los deseos de cambio que sí sabemos formular claramente (especialmente en estas fechas), y la visión realista de nuestras fuerzas, disponibilidad de tiempo y energía.
Tal vez sea más prudente formular esos deseos de una manera muy precisa: "adelgazar 3 kilos caminando todos los días una hora y cenando fruta" que un "ponerme a dieta", por ejemplo. Los objetivos precisos, detallados y con un esfuerzo creciente son más fáciles de cumplir, ya que conseguir superar las pequeñas metas nos impulsa hacia adelante, mientras que vernos incapaces de alcanzar metas gigantes nos empuja a abandonar el esfuerzo.
De esta manera mi consejo es: final de año es un excelente período para recapacitar sobre aquello que deseamos cambiar en el futuro, pero hacerlo poco a poco, sin excesiva presión, sin una lista interminable de camios, hará más posible el éxito.
Y recordad: todos aquellos que habéis ido al colegio, sabéis en vuestro fuero interno que el año empieza en septiembre, como una eterna vuelta al cole que nos acompaña durante toda nuestra vida.
Felices y pequeños propósitos, y suerte con aquello que emprendais.
IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS DE "HACER DE LA NECESIDAD VIRTUD"
Todos sabemos qué significa "hacer de la necesidad virtud". En psicología se denomina reducción de la disonancia cognitiva.
Este proceso psicológico, por el que existe una situación o una actitud que no compartimos, terminamos por aceptarla y ver su parte positiva, supone un acercamiento entre "lo ideal y lo real", que puede ser muy positivo en algunas ocasiones y otras en cambio producir efectos negativos en la salud mental de la persona.
Hay ocasiones en que realmente no podemos ajustar nuestra actuación o nuestros deseos a la realidad. Ante esta situación podemos deprimirnos, enfadarnos, estar permanentemente amargados o intentar ver la parte positiva del asunto (lo que sería la vulgar teoría del ver el vaso medio lleno o medio vacío). Conseguir ver la parte positiva, sin olvidar que no es lo que deseábamos pero no procede otra situación, conectaría con el concepto de resiliencia, que significa ni más ni menos la capacidad de afrontar las situaciones con una actitud positiva, sin caer en la desesperanza.
En cambio, hay otras situaciones en las que la situación no nos parece la adecuada, y tratamos por todos los medios de buscar "la parte positiva", pudiendo poner medios para acercarnos a nuestro ideal y no haciéndolo. En este caso a pesar de que en "en el fondo de nuestro corazoncito" sabemos que disponemos de las herramientas necesarias para cambiar, no lo hacemos por miedo a posibles pérdidas, por tener que arriesgar algo, porque supone un esfuerzo o el enfrentamiento a algo desconocido.
De esta manera, si no tenemos posibilidad económica para cambiar "esa mesa horrible de la salita" y pensamos: "no es tan fea, es muy útil, en realidad tiene un tamaño perfecto", estamos utilizando la reducción de la disonancia cognitiva entre: mesa horrible/mesa útil, para nuestro bienestar.
En el otro extremo de la balanza estaría una pareja de "esas de echar de comer aparte", que nos hieren, nos hacen la vida complicada, no suponen ninguna fuente de bienestar psicológico, y por miedo a la soledad, al cambio, empezamos a reducir la disonancia cognitiva en forma de "igual es mi culpa, igual soy demasiado exigente, tiene muchos problemas y no sé apoyar"... en este caso, se pueden producir cuadros de depresión, trastornos psicosomáticos que afectan al estómago, piel, alergias.... porque en el fondo la persona sabe que está intentando obviar un problema de fondo.
A veces es complicado identificar un paciente con esta problemática, ya que ellos mismos lo han interiorizado tanto que no son capaces de ver su realidad. Una vez que identifican la situación y empiezan a trabajar en reducir la distancia entre sus propias creencias y un presente que les hace infelices, van cogiendo fuerza para luchar, no por esa reducción de la disonancia cognitiva, sino por sus propias metas.
CICLO VITAL. UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN
Si nos centramos en las tres etapas centrales de la vida de una persona: juventud/edad adulta/madurez, podemos sacar una conclusión:
En la juventud LUCHAMOS POR AQUELLO QUE DESEAMOS
En la edad adulta DESCARTAMOS AQUELLO QUE NO QUEREMOS
En la madurez disfrutamos del balance entre lo conseguido y eliminado.
No vale de gran cosa mirar al pasado con nostalgia, sobre aquellos ideales de juventud que no logramos alcanzar. La juventud está llena de optimismo, y muchas veces la ilusión (tremendo don que jamás deberíamos perder) se alía con la fuerza para ponernos metas que no llegamos a alcanzar.
Ya en la madurez hemos trazado un camino, no inalterable, pero al menos sí en cierta manera previsible, es donde podemos decir que no a aquello que nos desagrada o nos hace sentir incómodos o infelices, es más un trabajo de "poda" de todo aquello que hemos conseguido en la juventud, desechando lo que realmente ya no nos interesa.
Pero la edad realmente dorada es aquella en la que hemos logrado el equilibrio, en el que las fuerzas en oposición se han equilibrado y podemos disfrutar de los sueños acumulados en nuestra vida sin llevar pesadas cargas de situaciones que no nos hacen realmente felices.
El Eclesiastés dice:
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
2 un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
3 un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
4 un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
5 un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
6 un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
7 un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
8 un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.
Vivamos la plenitud de cada momento, apreciemos el momento de sembrar, el momento de recoger y el momento de sentarnos al atardecer, sin más afán que ver el trigo meciéndose al sol.
SI EL MIEDO TE IMPIDE VOLAR... TOMA EL CONTROL DE TU VIDA
PARECÍA DIFÍCIL Y LUEGO QUÉ
Hoy quiero empezar con una pregunta directa, así, de golpe.
Piensa en algo que te costase mucho hacer y ahora lo hagas de manera natural.
Tómate unos segundos para pensarlo, date esa oportunidad.
Podemos encontrar muchos ejemplos como empezar a conducir, quedar con algunas personas, empezar en un nuevo trabajo, o practicar un deporte.
Es más, piénsalo por un momento, la primera vez que cogiste un coche, ¿veías sencillo, o incluso posible, poder llegar a conducir relajado haciendo rotondas, stop’s, etc., como si nada? No lo creo.
Por todo esto, quiero invitaros a reflexionar en varios aspectos.
Son muchas las ocasiones en que nos agobiamos pensando que algo es imposible, tedioso, muy difícil o que nunca terminará, y cuando llegamos a un punto en el que lo controlamos, un llano, después de todo ese sufrimiento, miramos para atrás y nos damos cuenta de que tampoco ha sido tanto sufrimiento, o que el sufrimiento que parecía tan insalvable en nuestra mente, no lo ha sido tanto.
Nuestra cabeza se empeña en muchas ocasiones en decirnos que no podemos, o plantearnos todas las catástrofes y pegas posibles, como una forma de “protegernos” o simplemente por miedo al fracaso, aunque en realidad muchas veces solo nos mete piedras en la mochila, nos hace de freno innecesario.
No quiero que esto sea un texto motivacional diciendo que puedes con todo lo que te propongas, porque hay ocasiones en que no es así, y aceptarlo también está bien y es natural.
Mi objetivo es más bien tener o que tengáis un recordatorio de que muchas veces vemos las cosas imposibles, y no creemos que exista ese “llano” después de toda esa subida, y si que existe, y una vez que llegamos nos solemos olvidar por completo de lo duro que fue para nosotros el llegar hasta ahí (otra de las proezas de nuestra fantástica cabecita), y simplemente integramos en nuestra rutina esa nueva habilidad, que tan complicada creímos.
Por ello, tenemos que tratar de ser conscientes de nuestro esfuerzo y de todo el sufrimiento o trabajo que nos ha costado llegar a ese punto en el que controlamos la actividad, ese llano que mencionaba, y debemos sentirnos orgullosos de nosotros mismos (cosa que también olvidamos a menudo).
Es habitual que estando en esa situación de control, nos planteemos inmediatamente nuevos objetivos, retos o “subidas”, y es genial tener metas e intentar superarnos, pero no debemos olvidarnos de todo nuestro esfuerzo anterior, ya que sin él y sin sus resultados no podríamos alcanzar esos nuevos objetivos que nos planteamos, y tener esa capacidad de recordarlos creo nos puede dar un plus de seguridad y de positividad, así que:
¡Tengamos un poquito de memoria, por favor!
¿ENFADADO CON EL MUNDO?
Hay personas que parece que se han enfadado con el mundo. Siempre se están quejando de todo y la misma expresión de su rostro refleja acritud. Son personas adustas.
¿POR QUÉ HAY PERSONAS QUE SE ENFADAN CON EL MUNDO?
Simple y duro: porque no se soportan a ellas mismas.
Hasta aquí creo que casi todos (menos "los rancios") lo tenemos muy claro. Que levante la mano el que no tengo algún conocido de esos que parece que habita en Mordor y siembran un clima de malestar con sus comentarios, sus actitudes o sus gestos.
No veo manos y sí cara de circunstancias. Los conocemos, los aceptamos con resignación, pero no llegamos a comprenderlos, porque ni ellos mismos se comprenden.
¿DE DÓNDE VIENE ESE ENFADO CON EL MUNDO?
El problema de esa falta de satisfacción personal debe pasar el filtro de la introspección. En ocasiones las personas se ponen metas muy elevadas o consideran que el "por ser vos quien sois" es suficiente para lograr todas sus metas, pero éstas son tan elevadas que no se dan cuenta que para llegar arriba hay que ir subiendo los peldaños, y algunos andan flojos. Existe en muchos casos una BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN que ocasiona abandonos constantes en los proyectos, sensación de hastío y la consideración del mundo como un valle de lágrimas.
En otras ocasiones las personas se centran en lo que tienen los demás, y no hablo de pertenencias, hablo de algo más difícil de obtener porque no se compra con dinero: tienen ilusiones, y ellos no, lo que les supone una gran insatisfacción que vierten al exterior sin preguntarse si "tal vez" deberían analizar que la ilusión es algo que nace de uno, que no puede copiarse ni imitarse, que el autoconocimiento puedo llevarnos a saber lo que nos gusta y lo que no, sin más, aunque con nuestros gustos entremos directamente en la categoría "perro verde" (perro verde es mejor que ser de los tristes). Ver una persona ilusionada con su nueva moto de quinta mano, comprarnos una moto de 1.200 cc y pensar que a más cilindrada más ilusión y ver que no, que sólo tenemos una moto pero no nos mueve por dentro nos hace enfadarnos con el mundo.
Es éso, tan sencillo como eso. Las personas se enfadan con el mundo porque no consiguen la satisfacción personal que ven en otras personas con pequeñas o grandes cosas. Nada les llena, y se convierten en personas amargadas, tristes, en muchas ocasiones faltas de empatía o simplemente antipáticas o egoístas.
¿Y ESTAS PERSONAS PUEDEN RECONCILIARSE CON EL MUNDO Y LA HUMANIDAD?
SÍ, POR SUPUESTO.
Es un trabajo terapéutico intenso, descentrar a la persona del concepto "mi ombligo es el centro del mundo" es complicado, porque en principio lo ven como un ataque personal. Son personas con muy baja autoestima, probablemente un pasado con dificultades en el que no encontraron los apoyos suficientes y poca capacidad de análisis de su situación personal y de por qué no son capaces de sentir satisfacción.
Probablemente tengan un pobre autoconcepto y sean... pelín envidiosas de la felicidad ajena.
Enseñarles a disfrutar de las pequeñas cosas de su vida, que aprendan a valorarse y comprender que su actitud personal frente a las personas es también importante y suele producir un efecto boomerang: si soy amable son amables, si sonrío me sonríen, si alegro se alegran de verme... y sonreír a la vida, aunque toda la satisfacción que puedas encontrar en un momento dado sea...comprarte un body milk con tu olor favorito, por algo se empieza, es tu olor es tu body milk y es la satisfacción que te produce olerlo.
"Los tristes" son uno de los núcleos de tratamiento más difíciles que existen, por su resistencia al cambio. Necesitan terapias combinadas de varios tratamientos y varios frentes que tratar, sin embargo, que aprendan a encontrar dentro de ellos la ilusión es reconfortante y una de las labores más apasionantes con las que nos encontramos.
PDT: hay un video de youtube sobre un dibujo animado que se llama "Trapito", muy antiguo, mis hijos lo veían de pequeños, pero creo que resume en esencia de lo que os estoy hablando. Os animo a verlo, especialmente a los que os miréis en el espejo y veáis un rictus en vuestra expresión, independientemente de vuestra edad.
Esta es la canción de "Trapito: la granja de Largirucho"
COACHING PSICOLÓGICO: LA PSICOLOGÍA POSITIVA PARA TU BIENESTAR
TERAPIA PSICOLOGICA BASADA EN LA PSICOLOGIA POSITIVA PARA AYUDAR A LAS PERSONAS A MOSTRAR SU POTENCIAL
Leer másRENCOR: ESA CADENA QUE TE IMPIDE AVANZAR
Sentir rencor es una de las peores formas de gestionar la vida. Impide a la persona disfrutar del presente, viviendo y reviviendo las afrentas del pasado.
Sin lugar a dudas, aún no siendo un trastorno psicológico, es uno de los motivos en los que mas claramente se requiere una terapia psicológica para conseguir que la persona supere la rabia y se desprenda de unas emociones negativas que pertenecen al pasado.
Todos nos hemos sentido dolidos alguna vez, eso es lógico y natural. Cuando esto sucede se pueden tomar diferentes decisiones, que van desde romper los vínculos con la persona que consideramos que nos ha herido o intentar comprender y solucionar la situación, en caso de que sea posible, o que realmente nos merezca la pena.
En cualquier caso, las heridas deben cerrarse porque no podemos ir por la vida reabriéndolas constantemente, sin dejar que cicatricen.
Hay situaciones en las que podemos haber sentido que hemos sido injustamente tratados, heridos, insultados... nadie está libre de esta situación. Sin embargo, una vez pasado un tiempo prudencial, la persona debe analizar la situación que le llevo a sufrir ese dolor que no termina de fluir.
Tomar perspectiva y analizar objetivamente la situación que nos dolió nos puede hacer comprender todos los factores que pudieron influir en aquello que nos dolió, a veces descubriendo nuestros propios errores, en otras comprendiendo que no todo el mundo es bueno o tiene buenas intenciones (en este caso, eliminar las personas tóxicas o poner una distancia prudencial puede resultar lo más conveniente).
Si vivimos en el pasado, recordando una y otra vez el daño que nos hicieron, es como si cada día ese daño nos lo volvieran a hacer. Nos sentimos víctimas, y volvemos sobre una situación que ya no tiene arreglo y quejarse o amargarse por aquello que nos dolió no va a mejorar la situación actual.
Las personas que sienten rencor viven en cierta manera obsesionadas con el daño sufrido. Experimentan rabia, deseos de venganza, se muestran infelices, intolerantes y en muchas ocasiones tienen reacciones agresivas producto de la frustración que les produce vivir inmersos en el afecto negativo.
Todos tenemos derecho (y casi la obligación) de rodearnos de aquello que nos suma y que no nos resta. Abandonar el rencor, olvidar la afrenta, desprenderse de la emoción del recuerdo, dejándolo como una experiencia negativa, nos hace libres, y aligera la "mochila" que todos llevamos a la espalda.
Si unos zapatos te han hecho una rozadura, tíralos, cómprate unos nuevos más cómodos. Tampoco vas a estar toda la vida maldiciendo a aquellos zapatos. Es absurdo. Sal de ti mismo y piensa en otras personas que vivieran en esta situación. ¿Cual sería tu consejo? Probablemente: "olvídate del tema, porque no merece la pena que le des más vueltas".
Muchas veces para llegar a ese punto de poder afrontar el resentimiento y superarlo, se requiere un trabajo de reestructuración cognitiva que nos muestre el valor real de lo que sucedió, que podamos valorar en términos de "costes y beneficios" lo caro que nos está saliendo perder la vida en algo que pasó y se quedó atrás.
Superar el dolor no es tarea fácil, pero sí necesaria para poder romper las cadenas que nos atan al dolor y poder ser libres de elegir las personas que nos rodean, sentirnos más seguros de nosotros mismos, más felices por no necesitar vivir en el pasado y luchar por lograr un bienestar en el presente
"Existen tres formas para deshacerse del rencor:
recordarlo y dejar que te pudra por dentro
esculpirlo y contagiar a otro
o desintegrarlo con el olvido"
Zahkul
LOS BUENOS PROPÓSITOS DE SEPTIEMBRE
En el mes oficial del inicio de colecciones que se inicia mañana, no podemos dejar de lado los propósitos que nos hacemos para este "nuevo año escolar".
Sólo os pido que al pensarlos, tengáis en cuenta el camino además del destino. En este sentido en psicología hablamos de MINDFULNESS, que supone la conciencia plena de lo que nos sucede en cada momento.
Disfrutad del camino, y para ello, para que podáis comenzar una pequeña reflexión de la importancia del proceso y su disfrute más que de los resultados, os dejo el poema de Itaca, sin duda todo un compendio de lo que debería ser cómo llegar a un objetivo.
Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencia, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en loa emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperlas y coral, y ámbar y ébano,
perfúmenes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.
(Constantino Kavafis, 1863-1933, Poesías completas, XXXII)
¿ES TU VIDA UN VALLE DE LÁGRIMAS?
El victimismo es un mal común entre las personas, una rémora que le impide avanzar hacia sus objetivos y le sirve de excusa para justificar conductas de pasividad y falta de iniciativa en la vida.
La persona que se considera una víctima cree que el mundo en general está en su contra, que tiene peor suerte que los demás, que hace "grandes esfuerzos" pero nunca logra nada mientras que para los demás la vida resulta un camino de rosas.
En la base de este problema, y que se puede detectar en la niñez (y modificar) está el LOCUS DE CONTROL.
Este término consiste en la atribución de responsabilidad de los hechos de forma externa o interna.
Una persona con Locus de control externo considera los éxitos y fracasos como suerte, como cosas que suceden por azar y en los que ellos no tienen responsabilidad. Obviamente, el nivel de esfuerzo disminuye y aparece el victimismo: "la mala suerte".
Por el contrario, las personas con locus de control interno consideran que sus éxitos y fracasos dependen de sus acciones, y tienden a esforzarse y analizar los motivos de situaciones adversas y considerar que su esfuerzo tiene recompensas.
La víctima piensa mal de los demás: no le quieren, no le aceptan, le soportan porque no queda otra, lo que sucede es por maldad ajena... nunca se paran a pensar en la propia imagen que proyectan: en que los demás tienen que estar pendientes de él, que en vez de esforzarse por demostrar su valía se quejan de su incapacidad, que absolutamente toda la responsabilidad de las situaciones adversas son culpa de otro.
Reflexión ante las situaciones, intentar mejorar como persona, no esperar a recibir, sino dar (una y otra vez, sin medir resultados absolutos), fijarse metas y luchar por ellas y, especialmente analizar el por qué ocurren aquellas cosas que se traducen en su eterna mala suerte pueden ir modificando su relación con ellos mismos y con los demás.
Podemos pasar por la vida como nosotros mismos deseemos: nadie elige por nosotros: la valentía, apretar los dientes, buscar vías de solución, aprender de los errores o simplemente dejar que esto sea un camino de baches en el que estamos señalados con el dedo de la "maldición divina".
Cambiar nuestra forma de atribución de las situaciones, nos ayuda sin duda a dejar de pensar que "la vida es un valle de lágrimas": Nunca debemos de olvidarnos que nos dieron un boleto: una vida y sólo nosotros somos responsables del uso que le demos, y de cómo afrontemos las dificultades que se nos van presentando.
BUSCAMOS LA FELICIDAD, PERO ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
Una constante en el ser humano es la búsqueda de la Felicidad, y muy pocos la logran.
¿Cual es el motivo por el que la gente no consigue ser feliz? Tal vez porque no han analizado qué es realmente la felicidad, y consideran que supone un estado emocional semejante a estar alegre, satisfecho, pleno, lleno de ilusiones y de energía, sano, sin problemas, con todo lo material resuelto y levantándose por las mañanas de un salto, como aquel señor “que se sentía Flex”. Esto, de modo perpetuo es una utopía que no se puede conseguir, por lo que si afinamos un poco el concepto de Felicidad, tal vez nos reconciliemos un poquito con lo que la vida nos ofrece.
Ser Feliz no es “estar bien”, es un pasito más, pero sin duda necesario. Estamos bien cuando no tenemos grandes problemas, y los que tenemos los podemos manejar sin que nos superen, tenemos a nuestro alrededor gente que nos aporta energía positiva y realizamos actividades que nos gustan. Este estado en un fluir positivo en el que sin embargo tenemos todavía cuentas pendientes con nosotros mismos, objetivos o ilusiones que no conseguimos que se hagan realidad, pequeñas cosas que anhelamos y no han llegado todavía (estamos hablando de cosas cotidianas y habituales, abstenerse los viajadores a la Luna y algunos sectores del Atleti).
También nos definimos como felices cuando sucede algo puntual que nos embarga de una potente emoción, una descarga de endorfinas a chorro, que nos ilumina la cara y nos hace encontrarse flotando a tres metros sobre el suelo. Pueden ser momentos como cuando nace un hijo, una reunión familiar muy especial, el chico o la chica con la que tonteas te suelta un “te quiero”, tu boda, en la forma y modo en la que ésta se produzca, etc. Te sientes feliz (ojo, sentimiento, no eres feliz, es algo más puntual en el tiempo, en el que la focalización sobre aquello que nos está produciendo una enorme satisfacción difumina el resto de la vida con sus luces y sus sombras.
También te sientes feliz cuando te enamoras. Aquí es el estado más parecido a un trueque de endorfinas por neuronas, ya que la realidad se distorsiona, o desaparece para centrarnos en un sentimiento salvaje e irracional, con 24 horas de pensamientos hacia la persona amada. Se producen cambios psicológicos y también físicos (ojos, piel,, expresión facial, etc) pero tampoco esto es la felicidad como tal, porque nosotros buscamos algo más permanente, más el SOY que el ESTOY
Hay otros momentos de alegría que definimos como felicidad, aunque es alegría y quitarnos un peso de encima, como cuando algún familiar enfermo se cura o consigue un trabajo después de un paro de larga duración.
Así que vemos que hay muchos estados que definimos como lo que suponemos felicidad, pero es algo más puntual, no son un proyecto vital.
La felicidad tiene que ver con una reconciliación personal, parte de una aceptación que una vida sin problemas es una utopía. Ya que no podemos librarnos de los problemas, tal vez es una buena idea tener aquellos que no podemos evitar, porque anda que no nos gusta meternos en jardines….
El autoconocimiento: cuáles son mis elementos reales para tener una vida PLENA y aquí entra la FELICIDAD pueden ser muy variables, para algunos la fuente de la extrema felicidad es compartir tiempo con su pareja, para otros poder reconciliarse con la naturaleza mediante largos paseos, para otros leer, y para otros tener un contacto muy estrecho con su núcleo familiar. Cada persona es diferente, y su concepto de lo que le hace feliz, también.
Hemos quedado en que lo primero es reconocer lo que más nos llena, y es el objetivo que debemos perseguir, igualmente hemos quedado en que los problemas tienen que ser aceptados como un peaje, y tenemos que afrontarlos. Algunos problemas aparecen a lo largo de la vida y son brutales, y además no se pueden evitar. Eso no nos va a impedir ser felices, siempre y cuando podamos integrar el suceso traumático en nuestro vida como parte de ese peaje que tampoco nos puede dejar paralizados en el tiempo.
Los problemas se trabajan, y las insatisfacciones más.
El principal problema para no ser feliz es sentir iinsatisfacción: si anhelas lo que tiene otro, si no te conformas con lo que la genética te ha dado, si siempre piensas que podría haber algo mejor pero la ida es injusta contigo, resígnate a sufrir tu debilidad, renuncia definitivamente a ser feliz, porque estás dejando de lado tus objetivos personales para intentar copiar la felicidad de otros y los otros no son tu.
Según vayas conociéndote y sabiendo que es lo que te produce un bienestar personal, saboréalo. Al principio será una cosa, luego podrás ir a por otra, y luego más, de forma que la vida poco a poco vaya conformando el puzzle que en principio se componía de piezas que no sabías colocar o las metías a machete, y claro, la cosa no cuadraba mucho.
El estado de felicidad es simplemente un estado de fluir (flow) en el que encuentras que tu vida tiene un sentido, te gusta lo que haces y comprendes y aceptas que a veces hay que pagar peajes para continuar tu viaje personal. Es un estado en que los problemas son considerados parte de la vida, que a veces desequilibran y requieren todos nuestros recursos para solucionar, pero que no suelen ser eternos. Exceptuamos de este caso terribles y largas enfermedades en las que la felicidad sería una ausencia de dolor que muchas veces ni siquiera se consigue, pero eso sería un capítulo aparte.
Hasta los problemas deben ser analizados: al enemigo se le estudia para ver sus puntos flacos y por donde atacar, pues con los problemas hacemos lo mismo.
Felicidad para cada uno es una cosa. Para mi es sentarme en una roca en la playa y ver correr a mis perros. No es una situación eterna, Los perros algún día ya no estarán para correr ( o yo), pero en este instante, consigo que eso me produzca Paz, Bienestar, Ausencia de Problemas, dejarme simplemente llevar por los estímulos que me llegan y dejar que la risa se dibuje en mi cara, sola, sin que ni siquiera me de cuenta que estoy sonriendo. Sé que estoy feliz porque nada del mundo exterior me está haciendo perder la sensación de bienestar, nada en la cabeza me atormenta, estoy donde quiero estar, con quien quiero estar y haciendo justo lo que deseo estar.
Veo chicos haciendo surf y me da una envidia tremenda, claro, pero pasado el momento de análisis de que iba a parecer una orca varada y hasta me harían fotos, disfruto con la visión de cómo esperan las olas y experimento la emoción de ver cómo las surcan.
La Psicología Positiva se basa en eso precisamente, dejar fluir la vida acaparando aquellos elementos que a nivel personal nos producen una reconciliación con nuestras ilusiones, y aprendamos a redefinir lo que es malo, o simplemente aceptar la ocurrencia de sucesos negativos sin anclarnos, sin vivir sumidos en la sensación de fracaso interior.
Os deseo un dia feliz, y a los que andan soltanto las endorfinas a chorro, disfrutad del amor, seguramente pareceréis un poco tontitos, y estéis machacando miserablemente a vuestros conocidos contando las maravillas del amor, pero todo se os perdona, porque son momentos dulces que hay que vivirlos.
PROPÓSITOS DE CADA AÑO: UN MAL PLANTEAMIENTO CONDUCE AL FRACASO
Lo de los propósitos de Año Nuevo son como los coleccionables de Septiembre, que no pasas del tercer fascículo.
Tenemos los clásicos: apuntarme al gimnasio, comer sano, dejar de fumar, dedicar más tiempo a la familia, adelgazar tropecientos kilos, cuidarme, llamar más a la familia, ahorrar, estudiar todos los días, romper esa relación que nos aprieta el zapato….el resultado: fracaso. El resultado del fracaso: cada vez somos menos constantes, porque la experiencia nos dice que no lo vamos a conseguir así que a la mínima oportunidad, volvemos a la rutina.
¿Qué es lo que falla para que no cumplamos nuestros propósitos?
En primer lugar nos puede la impulsividad (las uvas, que deben tener superpoderes de optimismo), y nos proponemos metas que tal vez sean demasiado grandes para emprender sin una planificación
En segundo lugar solemos trabajar en modo “reforzamiento a corto plazo”, es decir, buscamos resultados inmediatos de nuestros sacrificios, en vez de optar por el “reforzamiento a largo plazo”: mucho tiempo de sacrificio para alcanzar una meta real. Si no cambiamos el chip en este punto, vamos fatal. Os pongo el ejemplo que yo sigo en muchos momentos: hay veces que me dedico a estudiar, organizar o intentar mejorar cosas del despacho, yo qué sé, cosas que me llevan tiempo en el que hay menos trabajo. Podría dedicarme a descansar, pero lo que hago es “abonar el campo”. Trabajo duro preparando la tierra, una tierra marrón, así como sosa, sin nada visible, y sigo arando y abonando. Os juro que la tierra si la miro cada día sigue igual de pavorosamente marrón, pero…. pasa el tiempo, y… aparecen los brotes verdes, aparece el fruto del trabajo (esta metáfora es real con el trabajo, con las plantas del mismo proceso no consigo que sobreviva ni una triste hortensia).
Cuando nos planteamos esos planes que, vamos, sin duda, nos van a cambiar la vida, vamos a ser los más guapos, sanos, organizados y felices del barrio, se nos olvida que no todo es cuestión de dinero: apuntarte al gym no adelgaza, de verdad. Ir al dietista está muy bien para que te enseñe a comer mejor, pero si no mueves el trasero, sólo te gastarás el dinero en sus consejos y algo que te de para movilizar grasas o para reducir líquidos o vete a saber tu.
Ahorrar no es comprarte una hucha de cerdito y el primer viernes introducir el dinero que te costaba la cena a domicilio, básicamente porque es todo lo que va a tener el cerdito de “sólido” en su interior, luego terminará por ser utilizado para meter las monedas de 5 o 10 céntimos.
Y así podríamos seguir eternamente con la lista de “Si hay que hacer la lista de objetivos del año se hace, pero hacer por hacer, es tontería?
¿Cómo podemos ser más efectivos con nuestros objetivos?
Analizando la MOTIVACIÓN REAL: ¿es algo que nos gustaría o es algo que llevamos pensando tiempo y que los motivos para emprenderlo son poderosos?
Haz una lista con tus objetivos (como matar moscas con cañonazos no es muy efectivo, yo te aconsejo un objetivo único y que centres toda la artillería).
En el objetivo tienes que poner las ventajas de emprenderlo, y objetivamente, los sacrificios que vas a tener que realizarlos (aquí no te dejes llevar por el optimismo patrio, sé minucioso).
Describe el propósito de forma precisa: no es lo mismo “adelgazar” que “adelgazar 3 kilos”, “ir al gym” que “ir al gym lunes, miercoles y viernes a las 8”.
Subdivide el plan en metas sucesivas, hazlo de forma gráfica para que puedas ir viendo tus progresos.
Una caída no es una recaída. Si una semana no cumples tu objetivo, recupera fuelle y continúa. No somos máquinas, somos humanos (y el dulce tira mucho, las cosas como son).
Un paso, el primer paso, te aleja de aquello que quieres eliminar y te acerca a lo que quieres conseguir. Tal vez necesites 10.000 pasos, tal vez los 10 primeros te cuesten como si llevaras botas de cemento, pero según veas más lejos el comienzo, el camino se llevará más llevadero.
Y: fundamental: no emprendas bajo ningún concepto un objetivo sin total convicción, porque con ello fomentas en ti un sentimiento de fracaso, de debilidad, que no es real, es que claro, si te pones objetivos imposibles o que realmente no te apetecen, lo raro sería que lo cumplieras
Así, que, adelante: Enero no es para emprender los objetivos del año. Enero es para planificarlos.
Mucha suerte y recuerda: si te caes te levantas, te sacudes el polvo y sigues el camino hacia tu meta!