En el contexto escolar hay que estar muy atentos a las señales de alarma que nos pueden indicar que nuestros hijos pueden estar siendo víctimas de acoso. Padres, profesores y compañeros debemos estar atentos para evitar situaciones de maltrato en las aulas.
Leer másRASGOS CARACTERÍSTICOS DE LAS PERSONAS HIPOCONDRIACAS
A continuación te contamos algunos rasgos característicos de las personas hipocondriacas.
¿Te reconoces? eso es hasta una buena noticia, porque con un tratamiento psicológico puedes superar este trastorno y no, no tienes todas esas enfermedades que piensas.
RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LAS PERSONAS HIPOCONDRIACAS
1. Ansiedad (por ejemplo exceso de sudoración y preocupación por los latidos del corazón)
2 Rasgos de personalidad compulsiva
3. Estado de ánimo decaído
4. Tendencias de "doctor shopping"
5. Exarcebación de las relaciones médico-paciente
6. Deterioro de la capacidad de funcionamiento social
7. Deterioro de la capacidad para el funcionamiento laboral
8. Preocupación por dolores insignificantes
9. Preocupación por toses sin importancia
10. Preocupación por la peristalsis
11. Escasas relaciones sociales
12. Necesidad de explicar con detalle su historia médica
(Gutsch, 1988)
HABILIDADES SOCIALES Y CONSUMO DE DROGAS
La habilidades emocionales, competencias sociales o habilidades sociopersonales se derivan de la capacidad de interactuar eficazmente, siendo indispensables para desenvolverse en la vida.
Hay diversos componentes que sustentan la conducta social hábil, desde procesos internos de tipo cognitivo y emocional (autorregulación, empatía, perspectiva socia, autopercepcion, etc), hasta procesos externos tales como las influencias sociales ejercidas e interpretadas sobre la conducta individual, de modo que son los procesos psicosociales los implicados en las actuaciones sociales adaptativas.
Una adaptación psicosocial saludable que se fundamenta en una adecuada autovaloración de la persona, incrementa su percepción de autoeficacia, generando expectativas de éxito y control sobre los resultados de la conducta de interacción social.
EL ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES
El enfoque del entrenamiento en habilidades sociales como forma de solucionar o prevenir muchos problemas psicosociales y clínicos, tales como drogadicción, aislamiento y rechazo sociales, hándicaps o retrasos educativos, delincuencia, depresión, etc; constituye un ámbito interdisciplinar.
El análisis de la adquisición y/o reformulación de destrezas sociales es necesario, teniendo en cuenta el poder que se deriva de la retroalimentación ofrecida por el grupo de iguales en las interacciones sociales y en la internalización de ciertas pautas de conducta.
Esto permite dilucidar el posicionamiento personal de cada persona frente a las presiones y motivadores para el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol.
Una gran parte de los problemas de adaptación psicosocial de los adolescentes tiene su origen en una ausencia o inadecuado uso de las habilidades necesarias para afrontar ciertas situaciones y hacer frente a problemas.
Si no se tienen estas habilidades sociales, derivará en un comportamiento no adaptativo ante situaciones estresantes o frustrantes o de presión manifiesta o encubierta.
HABILIDADES SOCIALES Y CONSUMO DE DROGAS EN LA ADOLESCENCIA
En materia de drogas, abundan las presiones hacia el consumo entre iguales y los modelamientos simbólicos, los discursos ideologizados y las representaciones sociales sobre las sustancias.
Es tal la presión entre los jóvenes, que para un amplio colectivo de ellos el "noconsumo" representa una opción desadaptativa ante las exigencias del grupo.
En consecuencia, la resistencia a una incitación al consumo, la superación de la presión grupal, la eficaz resolución de conflictos interpersonales, la potenciación de estrategias asertivas y de autocontrol, deben optimizarse, reeducando los recursos personales, modificando los patrones disfuncionales y rebatiendo los juicios valorativos de la problemática.
Los conflictos personales e interaccionales derivados de la insuficiencia o inadaptación de las habilidades de algunos adolescentes, representan factores de riesgo para el consumo de drogas.
Es frecuente que suplan las deficiencias en ciertas habilidades de comunicación o capacidad de expresar su rechazo, mediante el empleo de sustancias psicoactivas. Igualmente un grado eficaz de competencia en habilidades emocionales es fundamental para un satisfactorio funcionamiento social, lo que influye en la adaptación psicosocial y escolar.
TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD
TRATAMIENTO
Las personas con este trastorno a menudo buscan tratamiento cuando experimentan depresión o ansiedad por relaciones sentimentales fallidas u otros conflictos con personas.
La psicoterapia es el mejor tratamiento para el trastorno en sí.
Leer másSÍNDROME DE BRICQUET (TRASTORNO DE SOMATIZACIÓN)
Este trastorno, en el que existen múltiples síntomas, empieza antes de los 30 años y tiene un curso crónico y fluctuante.
Se caracteriza por síntomas gastrointestinales, sexuales y neurológicos. Este trastorno fue descrito por Briquet (1859), que lo consideró una forma de histeria, en la que ante condiciones de sobreestimulación nerviosa, individuos susceptibles a padecerla presentaban diversas quejas físicas.
Se relaciona con la expresión de la angustia o sentimientos depresivos. Se considera que afecta principalmente a las mujeres, y es común que afecte a varios miembros de una familia.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM IV TRASTORNO DE SOMATIZACION
Múltiples quejas físicas de inicio anterior a los 30 años y duración de varios años, quejas que han llevado a la búsqueda de tratamiento o a un significativo deterioro social, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento.
En algún momento, durante el curso de la perturbación, debe encontrarse cada uno de los criterios siguientes:
a) Dolor: relacionado a por lo menos 4 sitios diferentes o funciones; p. ej. cabeza, abdomen, espalda, articulaciones, extremidades, tórax, recto, durante la menstruación, en el intercurso sexual o durante la micción.
b) Síntomas gastrointestinales: por lo menos 2 síntomas no dolorosos, v. gr.: náuseas, hinchazón, vómitos fuera del período de gestación, diarrea o intolerancia a diferentes alimentos.
c) Un síntoma sexual: por lo menos un síntoma sexual no doloroso o de la función reproductiva; p. ej. indiferencia sexual, disfunción eréctil o eyaculatoria, ciclo menstrual irregular, sangrado menstrual excesivo, vómitos durante todo el embarazo.
d) Síntomas seudoneurológicos: por lo menos un síntoma que sugiere una condición neurológica no limitada a dolor.
Como síntomas de conversión tales como falla de la coordinación o del equilibrio, parálisis o debilidad localizada, dificultad para deglutir o sensación de bulto en la garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, pérdida del tacto o sensación de dolor, síntomas disociativos como amnesia o pérdida de conciencia, diferente al desmayo o lipotimia.
Después de una investigación clínica apropiada no se encuentra una explicación médica satisfactoria en una condición general conocida o en el efecto directo de una sustancia (abuso de drogas o medicamentos).
Cuando existe relación con una condición médica general, las quejas físicas o el deterioro social u ocupacional son excesivos en relación a lo que debiera esperarse de la historia, el examen físico o los hallazgos de laboratorio. Los síntomas no son producidos intencionalmente ni son simulados.
Los pacientes con este trastorno suelen describir sus síntomas en forma dramática, con muchos detalles; a menudo son prolijos, pero con frecuente ausencia de información concreta específica.
Sus versiones son inconsistentes; por ello, una lista de síntomas puede ser menos efectiva que una minuciosa revisión de las intervenciones médicas y hospitalizaciones para documentar un patrón de frecuentes quejas somáticas.
Pueden buscar tratamiento de varios médicos en forma concurrente, ocurriendo, a veces, interferencias peligrosas.
La ansiedad y humor deprimido son muy comunes y pueden ser motivo de atención en servicios de salud mental. Suele haber conducta impulsiva y antisocial, amenazas e intentos de suicidio y problemas de pareja.
La vida de estos individuos, particularmente la de aquellos con trastornos de personalidad asociados, suele ser tan caótica y complicada como sus historias clínicas.
El uso de medicamentos puede acarrear efectos secundarios y llevar a trastornos relacionados con sustancias. Están expuestos a un mayor riesgo de morbilidad como consecuencia de los procedimientos diagnósticos, intervenciones quirúrgicas y hospitalizaciones.
El trastorno está frecuentemente asociado con el trastorno depresivo mayor, de pánico, y los trastornos relacionados con el consumo de sustancias.
Los trastornos de personalidad asociados son: el histriónico, el limítrofe y el antisocial.
El curso es crónico, pero fluctuante, y raramente remite en forma completa. Es muy raro que transcurra un año sin que el individuo busque atención médica por quejas somáticas inexplicables.
Los criterios diagnósticos se encuentran presentes, típicamente, antes de los 25 años, pero los síntomas iniciales aparecen en la adolescencia. Las dificultades menstruales suelen ser uno de los síntomas más precoces.
Los síntomas sexuales, con frecuencia, se asocian a problemas maritales. El diagnóstico diferencial se hace con condiciones médicas generales con las que pueden solaparse.
El diagnóstico de trastorno de somatización lo sugieren tres rasgos:
1) compromiso de múltiples órganos y sistemas
2) inicio a temprana edad y curso crónico sin desarrollo de signos físicos o anormalidades estructurales
3) ausencia de anormalidades de laboratorio características de las condiciones médicas sugeridas.
Debe descartarse enfermedades caracterizadas por sintomatología vaga, múltiple y síntomas somáticos confusos, p.e.: hiperparatiroidismo, porfiria intermitente aguda, esclerosis múltiple, lupus eritematoso sistémico.
El inicio de síntomas físicos múltiples en una etapa tardía del ciclo vital, es casi siempre debido a una condición médica general.
Se debe diferenciar la esquizofrenia que cursa con delusiones somáticas múltiples, de las quejas somáticas no delusionales del Trastorno de Somatización; de otro lado, las alucinaciones pueden ser síntomas seudoneurológicos y deben distinguirse de las alucinaciones propias de la esquizofrenia.
En el trastorno de pánico, los síntomas somáticos ocurren durante el pánico; sin embargo, ambas condiciones pueden coexistir.
En el trastorno de ansiedad generalizada los síntomas somáticos asociados, el foco de la ansiedad y preocupación, no están limitados a las quejas somáticas.
En los trastornos afectivos, particularmente los depresivos, las quejas somáticas están limitadas a los episodios de humor depresivo; en algunos casos puede diagnosticarse ambas condiciones.
En el trastorno facticio con signos y síntomas físicos y en la simulación, los síntomas pueden ser producidos intencionalmente para asumir el rol de enfermo, aunque pueden existir cuadros mixtos.
PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN DE LA GUARDIA Y CUSTODIA DE UN MENOR
El interés del menor constituye el eje sobre el que se articula toda la evaluación. En términos psicosociales, el interés del menor se considera como la mejor adaptación del niño a la nueva situación post-divorcio.
Por ello la finalidad es determinar cuál es la organización familiar tras la ruptura que facilite y favorezca la adaptación del niño a la crisis de la separación.
Leer másEL PERFIL DEL PEDERASTA
Abuso sexual
Identidad del perpetrador. Hombre [95%]: conocido (24%), tío / abuelo (19%), padre (16%), padrastro / compañero de la madre (10%), primo / hermano (7%), amigo (7%), cuidador / educador (6%), desconocido (6%); Mujer [5%]: cuidadora / conocida (4%), madre (1%).
Antecedente de haber sido víctima de abusos.
Busca víctimas en la edad en la que fue victimizado.
No hay preferencia definida en cuanto a la búsqueda homo o heterosexual.
Casado o con pareja (puede estar atravesando problemas sentimentales o sexuales).
Con empleo (frecuentemente ausente del hogar por tener mucha movilidad laboral).
Bien integrado en su comunidad.
Buen nivel educativo y/o académico.
Se relaciona mejor con niños y jóvenes que con adultos.
Participa en las actividades comunitarias de sus víctimas (educativas, deportivas, religiosas, de ocio, etc.).
Busca la amistad de otros padres, especialmente de madres solteras, para tener acceso a los niños.
Frecuenta lugares donde acuden sus víctimas (escuelas, parroquias, clubes, salones de juegos, discotecas, etc.).
Busca trabajos donde sea fácil el encuentro con niños.
Ejerce una profesión en la que puede utilizar su influencia para manipular, engañar o chantajear al niño.
Es muy protector o celoso de su víctima.
Participa en redes sociales infanto-juveniles online ocultando su verdadera identidad.
Se exhibe desnudo delante del niño.
Le muestra fotografías o videos pornográficos.
Le cuenta historias de contenido explícito sexual.
Le alienta a implicarse en actividades sexuales con otras personas.
Fotografía y/o colecciona imágenes de niños desnudos o en actitud sexual.
Visita habitualmente o es miembro de páginas Web de contenido pedófilo.
Tiene antecedentes de pedofilia y/o sadismo.
Creció en una familia disfuncional.
Es violento con otros miembros de su familia.
Se encuentra socialmente aislado.
Abusa de alcohol y/o drogas.
Presenta trastorno de personalidad o enfermedad mental.
La esposa es sumisa y pasiva.
La esposa sufrió abuso sexual y consiente o participa en el abuso.
Desmiente o niega todo lo relacionado con el abuso sexual (el acto, el planeo, la responsabilidad, la gravedad de la conducta, la autoculpabilidad).
Parece que es la víctima.
SÍNTOMAS FÍSICOS DE LA ANOREXIA NERVIOSA
La persona que padece una anorexia nerviosa se niega a reconocer sus problemas, especialmente la delgadez extrema (se siguen viendo gruesos).
Sin embargo, tal vez un autoexamen de la persona, de los síntomas físicos sin necesidad de un espejo ni una confrontación de la figura, pueda ayudarle a reconocer estos síntomas.
Leer másPÁNICO: QUÉ ES, QUE SE SIENTE, COMO TRATARLO
Los ataques de pánico suelen comenzar con señales del cuerpo que nos alertan y nos dirigen hacia la pérdida de control. Hay una serie de técnicas y tratamientos específicos para afrontar los ataques de pánico.
Leer más¿POR QUÉ PONER UN PSICÓLOGO "COACH" EN TU VIDA?
el asesoramiento psicológico personal puede resultar muy beneficioso para una persona, sirviéndole para descubrir sus potencialidades, animándole a enfrentarse a nuevos retos o enseñándole estrategias para poder hacer frente a las exigencias del medio.
Leer más¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Las emociones que sentimos tienen cada una su propia forma de expresarse en conductas.
Leer másTRATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO BIPOLAR
El objetivo es conseguir adherencia a la medicación y que se adquieran habilidades o se reduzcan los problemas asociados al Trastorno Bipolar. Utiliza programas de psicoeducación y también técnicas cognitivo conductuales.
Leer másLAS EMOCIONES Y EL DOLOR
El dolor puede estar intimamente conectado a emociones como la ansiedad o la depresión. En ocasiones la percepción del dolor produce ira o agresividad en los pacientes. La terapia psicológica puede ayudarles en sus estrategias de afrontamiento
Leer más¿POR QUÉ SE ENTRA Y CÓMO SE SALE DE UNA ADICCIÓN?
PUNTO CLAVE: NO SABE CÓMO AFRONTAR EL PROBLEMA
¿ESPERAMOS A QUE LLEGUE ESE MOMENTO?
REFLEXIÓN:
Toda aquel que sale de una adicción sabe que el consumo es la forma más rápida de no afrontar un problema (y multiplicar esos problemas)
Todo adicto tiene pánico a su realidad personal
Toda persona que ha salido de una adicción es digno de admiración por su valentía
LA BÚSQUEDA DESESPERADA DE UNA NUEVA RELACIÓN
Hay personas que tras una ruptura de pareja se sienten perdidas, no saben cómo funcionar en la vida y se sienten incapaces de seguir adelante sin una persona a su lado.
El vacío emocional que surge tras la ruptura les resulta insoportable y piensan (erróneamente) que una nueva relación sanará la herida.
Por otra parte, tras una ruptura es muy frecuente la sensación de falta de valía personal (la autoestima baja, hay una sensación de fracaso y aparecen pensamientos como "nadie querrá estar conmigo, no soy lo suficientemente bueno para nadie").
La búsqueda desesperada de una nueva pareja para calmar el dolor es un error, que sólo conducirá en la mayoría de los casos a una nueva ruptura, ya que los motivos para iniciar otra relación no son los correctos: estamos tapando la herida sin sanarla.
Cuando se produce la ruptura sentimental la persona debería pasar por un periodo de reflexión sobre su propia vida (sí, su propia vida, no los motivos de la ruptura como búsqueda de sus propios errores).
Es el momento en que la persona se reconstruya, inicie un periodo en el que sea capaz de dotar a su vida de sus propios contenidos.
El famoso "desierto" que sigue a una ruptura es un momento doloroso y enriquecedor en el que la persona tiene que preguntarse qué cosas le gustaría hacer, cómo le gustaría ser, que cosas no quiere.
Saltar de relación en relación como si se saltase de piedra en piedra para pasar un río es una forma inconsciente de no enfrentarse a uno mismo, y muy frecuente en personas que jamás logran su estabilidad y plenitud emocional por no atreverse a enfrentarse a su "desierto".
TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN INFANTIL
La eficacia de la terapia farmacológica se ha puesto en duda en la depresión infantil. Diversos estudios llegan a la conclusión que el tratamiento de elección es la terapia cognitivo-conductual, que deberá incluir los aspectos que se detallan
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Explicación del programa de tratamiento por objetivos en el Trastorno de Estrés Postraumático
Leer másUN NIÑO DE PADRES DIVORCIADOS NO ES UN NIÑO HUÉRFANO
Es comprensible que el momento del divorcio esté impregnado por sentimientos negativos hacia la ex pareja. Se cuentan con los dedos de una mano esos divorcios idílicos en los que la pareja rompe, mantiene una relación de cariño y cooperación (lo que viene siendo una pareja civilizada).
En el divorcio hay uno que es “el malo”, el que da el paso de divorciarse, y pasa automáticamente a asumir el rol de destructor de la familia, y luego esta “el bueno”, el que ha sido abandonado, el que hubiera permanecido eternamente dentro de la unión por “el bien de los hijos”.
Esta simplificación máxima, y sin duda carente de veracidad, es sin embargo la esgrimida por las parejas cuando rompen.
Sin duda existen hechos y situaciones que han motivado la ruptura, y que no se basan sólo en el detonante final, sino que suele haber una situación de alejamiento y desgaste que la pareja no ha querido asumir por comodidad, miedo o convenciones sociales.
En cualquier caso, el momento de la ruptura convierte en dos personas que antes formaban un equipo, en rivales más enconados que un Madrid-Barsa.
La situación, en la que hay un daño emocional muy importante, se agudiza con los temas económicos, en los que ambas partes intentan barrer para casa pensando en rehacer la parte material de su futuro.
Las guerras púnicas que se desatan por la tele, la casa, el juego de plata, el perro, la vajilla buena, o los paños de cocina, vistas desde fuera resultan incomprensibles.
Sacamos el video de la boda, les hacemos un video en la mesa de negociación de las condiciones del divorcio y nos encontramos con dos lindos y cursis gatitos convertidos en tigres de Bengala (pero de los que llevan sin comer varias semanas).
Así que hemos ido sumando factores para llegar a la irracionalidad total: los motivos del divorcio, la decisión del divorcio y el reparto de bienes.
Terminados estos puntos nos solemos encontrar con dos personas que miran para si mismas y suelen ser sinceras cuando dicen que “quieren lo mejor para sus hijos”, porque claro, la cara B de la otra persona, la hasta ahora desconocida, no parece que sea una buena carta de presentación como el mejor padre o la mejor madre.
Ahora es cuando toca hacer el análisis profundo de la situación: los hijos nacen dentro de una relación de pareja, se crían dentro de una familia en la que se les inculca el amor y el respeto al padre y a la madre. Los niños crean sus vínculos afectivos con sus progenitores, que les proporcionan amor y seguridad.
Esta situación que hemos ido creando en la época de las “vacas gordas” no podemos revertirla ahora.
No podemos decirle a los niños que esa persona, su padre o madre, en la que confiaban y que nosotros mismos hemos enseñado a que respetaran y quisieran, es malo, no les quiere, no les va a cuidar, tiene otras cosas que le importan ahora más que sus hijos.
Eso no es querer a un hijo: es romperle la infancia, es romper su escala de valores, socavar el suelo en el que pisan seguros dejando un abismo de miedo y desconfianza. Aprenden que los adultos les han mentido, que de aquellos que pensaban que les querían era todo una farsa.
Los niños no se divorcian de sus padres, nosotros, los adultos, somos los que rompemos una pareja, en algunos casos seremos los que tomamos la decisión, en otras experimentaremos el dolor de vernos traicionados. Es un trabajo muy duro mantener el tipo durante el divorcio y disociar la ruptura de lo que no se puede romper: la parentalidad.
Lo ideal es que los padres hablen sobre los dos escenarios en los que se mueven ahora: a nivel pareja el rencor, la desconfianza, el odio africano, el despecho (todo muy humano y afortunadamente pasajero si se consigue avanzar en el terreno personal).
Otra cosa es la crianza y bienestar de los niños: los pactos para que ellos conozcan la nueva situación: papa y mama ya no se divierten juntos, han dejado de ser mejores amigos, pero se respetan y ambos os queremos, y eso es algo que no se puede romper.
La actitud colaboradora, los halagos (a veces hay que ser un poco falso) sobre el otro miembro de la pareja cuando los niños cuentan algo emocionados, el consenso en la toma de decisiones respecto a ellos, la flexibilidad, el diálogo, les dará un nuevo marco de estabilidad y normalidad necesario para su desarrollo.
Lo que hace que los niños se traumaticen con el divorcio no es la ruptura de la unidad familiar en el sentido “casa común”, lo que les duele son las luchas entre los padres que tienen que presenciar, el papel que a veces se le hace tomar de paño de lágrimas de uno de los cónyuges, el oír cosas denigrantes sobre uno de ellos, o que les digan que ya no les quieren o no importan.
Hay veces que uno de los padres no se comporta tras el divorcio como debería: no hace suficiente caso al hijo, deja de asumir sus responsabilidades económicas, se ausenta.
Todo ello debe ser explicado a los niños de una forma que no les haga sentirse culpables (que es lo que les suele ocurrir), ni tampoco utilizar el insulto o decirles que esa persona ya no les quiere.
Hay que dejar al niño tranquilo, contestar a sus preguntas amortiguando un poco las verdades crueles, no es cuestión de que el progenitor responsable quede como un santo abnegado, no es el momento de ponernos medallas. La máxima expresión de amor es no hacer más grandes las heridas de nuestros hijos.
El tiempo pone cada cosa en su sitio, cuando sean mayores, por ellos mismos, sabrán qué lugar ocuparon cada uno de sus padres en sus vidas, qué lugar quieren que ocupen, pero deben ser ellos mismos quienes se den cuenta.
En realidad, aquel progenitor que abandona a sus hijos es un pobre desgraciado, porque se pierde lo más bello de la vida: la infancia de un hijo.
PAREJA: CUANDO EMPIEZAN LAS DISCUSIONES
En terapia de pareja lo primero que se aprende es a expresar las propias emociones, a hablar en primera persona sobre los sentimientos y emociones, y a evitar especular sobre los sentimientos o intenciones del otro.
Con esta base se comienza un programa de modificación de conductas disruptivas por ambas partes de forma lúdica, relajada, que suele dar mejores frutos que vivir en un estado de disconfort permanente.
Leer másFOBIA SOCIAL EN LA INFANCIA
En los niños la ansiedad por fobia social se expresa en forma de llanto, oposición, berrinches y una necesidad imperiosa de evitar la situación social.
Los niños con fobia social presentan también bajo estado de ánimo, poca confianza en sus habilidades y una fuerte tendencia a ser obstinados.
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